Lima, 22 de diciembre de 1986
Amigo:
Nada nuevo voy a decirte,
y, si llegas al final, te darás cuenta que ya antes te dijeron lo mismo.
Muchas de
estas palabras las he repetido no pocas veces en mis 20 años de profesor
y sólo me queda la sensación que se perdieron
en los rincones de las aulas
o se diluyeron en el bullicio del recreo.
Hoy comienza para ti una nueva etapa,
los años transcurridos en la Recoleta serán sólo un agradable recuerdo
cuando
enfrentes una nueva vida en un mundo áspero, hostil, exigente.
En los años de colegio
hemos sido, casi siempre, más propensos a ver tus defectos,
a pesar de saber que tus
virtudes son muchas.
Sin vanaglorias y con mucha serenidad recorre tus virtudes, tus potencialidades;
ellas son tus
mejores armas para hacer tu camino.
La vida es dura y el mundo es áspero;
sin embargo no debes buscar lo más fácil,
ni esquivar los problemas que
te plantea el vivir.
Si lo haces no habrás vivido realmente.
Sí, la vida es una tarea difícil de vivir;
pero no te desanimes, la vida es también bella
y encontrarás en el
mundo muchas cosas por las cuales vale la pena luchar
y hallarás también un motivo para sentirte alentado y continuar
tu camino.
En el futuro te esperan muchos sinsabores,
muchas alegrías, momentos gratos y momentos amargos
y el enfrentar
los unos y los otros darán sentido a tu vida.
Recuerda que en la vida hay un momento para reír,
otro para meditar
y otro para llorar;
si sabes encontrar el lugar y el momento adecuado para cada cosa
vivirás intensamente.
En el largo caminar que te espera no estarás solo.
Cristo te acompañará siempre dispuesto a tenderte la mano;
confía
en El y sigue tu marcha
sin perder de vista ese ideal cuya Luz iluminará tu sendero.
Bien sabes lo mucho que me alegraré con tus éxitos,
tus triunfos me llenarán de orgullo;
pero me sentiré más
orgulloso
sabiendo que eres agradecido con tus padres,
sabiendo que frente a una injusticia dejas oir tu voz de protesta,
sabiendo que luchas por la dignidad del ser humano,
sabiendo que te rebelas cuando algo o alguien atenta contra tu
libertad.
Qué orgulloso me sentiré
cuando me digan que, luego de superar una adversidad,
con nuevos bríos sigues tu camino.
La vida es dura, el camino está lleno de abrojos;
pero nunca desmayes, no debes darte por vencido.
En este
mundo sólo perduran las obras
que son fruto de una lucha y un trabajo arduo.
Sé generoso, lucha y trabaja,
construye un mundo mejor y más solidario.
Si llegas a tu meta, busca otra más alta.
Dios tiene para ti un camino
y hay en el cielo una estrella aguardando
que empieces tu marcha
para alumbrar tu camino.
Espero haber dicho algo que para ti tenga un sentido.
Mis palabras no son nuevas, pero sí muy sinceras.
Afectuosamente
Sergio